martes, 2 de marzo de 2010

21 gramos pelicula



Tras un trágico accidente, la vida de tres parejas terminará vinculándose. Paul Rivers (Sean Penn) es un profesor universitario a la espera de un transplante de corazón. Su esposa Mary (Charlotte Gainsbourg) quiere concebir un hijo suyo por inseminación artificial.
Christine (Naomi Watts) es una antigua drogadicta que mantiene ahora una existencia feliz junto a su esposo Michael (Danny Huston) y sus hijas, mientras que Jack Jordan (Benicio del Toro), luchando con su esposa Marianne (Melissa Leo) por sacar adelante a su familia, se ha convertido en un fervoroso creyente después de haber abandonado la prisión.


Es como un shock, la sensación que uno tiene después de ver 21 gramos, no se puede explicar muy fácilmente, si se pudiera no iría nadie al cine. La película es de lejos lo mejor que he visto este año hasta ahora, y la verdad no creo que las que me faltan por ver vayan a cambiar algo, sería raro que dos películas en un año me apasionen más que todas las de los ultimos años juntas.
El film, al igual que "Amores perros", (primer largo de Iñárritu) está contada tomando como enlace un accidente de coche e involucrando a través de él las vidas de los tres protagonistas, sin embargo en esta ocasión existe una química, una intensidad brutal entre ellos de la que carecía la predecesora.

La narración se mueve continuamente de adelante hacia atrás, se nos muestran con cuentagotas hechos del final para luego relatarnos como es posible que se llegue a esa situación, y el resultado final son dos horas llenas de intensidad, y de expectación, con un resultado muy innovador, escenas que ves partidas, con su complemento no mostrado hasta más adelante pero todo, sin embargo, en perfecto orden y armonía.
Es excelente porque al cine se va a experimentar sensaciones, a sentir, e Iñarritu nos da 120 minutos arrebatadores en los que no paras de temblar, por la viveza, la dureza, de un modo salvaje e incontrolado, y en ello tiene mucho que ver el excelente trío interpretativo, sobresaliendo entre ellos de un modo avasallador Naomi Watts, no hay suficientes palabras para describir lo que consigue esta guapa mujer con su actuación, su papel, mujer fuerte invulnerable, lo dota de un estilo y personalidad que marcan, que dejan huella, absolutamente dramática su interpretación, creíble y dotada de una extraño acento pasional que hace vivo al personaje.
Y a la película se encarga de dotarle esa fuerza el propio Iñárritu a través del surrealista vinculo tragico-pasional que crea entre Sean Penn y Watts, unidos los dos de un modo eterno, por lazos irrompibles, que ni siquiera ceden ante la muerte, componiendo así una ambigua, breve e intensa historia de amor entre tanta desazón y desgracia, excelente contrapunto.
Por su parte Benicio del Toro contribuye metiéndose con gran solvencia en la piel de uno de esos tipos que hagan lo que hagan siempre tendrán el destino en su contra, movido por impulsos y dotado también de esa extraña pasión que acongoja, presente en cada rincón del film. En dos años pasa de no ser creyente a tatuarse el cuerpo con cruces religiosas para luego rajarlas con un cuchillo quemado.

En fin, mi título preferido este año sin duda alguna, lástima que los señores de la Academia no lo hayan visto así. No es la primera ni la última vez, pero bueno, poco cambiarían los premios, el reconocimiento ya lo tiene.

No hay comentarios:

Publicar un comentario